¿Sabías que...? ¡La fuente más natural de B12 son las bacterias! Los veganos obtienen esta vitamina mediante suplementos producidos usando las mismas bacterias.

Ningún animal produce su propia B12; las únicas criaturas que pueden producirla son las bacterias que se encuentran en la tierra, las heces y el agua contaminada. De hecho, hoy en día la B12 que se encuentra en la carne de los animales a menudo procede de un suplemento administrado a los animales de granja. Es más que probable que en un pasado lejano nuestros ancestros obtuviesen su B12 de alimentos sin desinfectar y del agua contaminada… ¡y no de filetes a la parrilla! Afortunadamente, en la actualidad hemos conseguido erradicar la disentería, el cólera y otras enfermedades infecciosas en la mayoría de países, pero también hemos perdido nuestra fuente más fiable de B12.

Es importante recalcar que esta vitamina es vital para nuestro sistema nervioso y una deficiencia de la misma podría causar daños posiblemente irreparables en los nervios y el cerebro.

La única fuente fiable de vitamina B12 en una dieta vegana es un suplemento producido con la ayuda de las bacterias adecuadas. En contra de los rumores que puedas haber leído en Internet, NO PUEDES obtener tu B12 de la espirulina, los alimentos fermentados, la levadura nutricional o los productos sin lavar. Existen algunos productos alimenticios veganos fortificados con B12, pero normalmente la cantidad que se les añade es reducida y lo mejor para no tener que preocuparte es que tomes un suplemento de B12. Los suplementos de B12 son fáciles de tomar y no tienen efectos secundarios.

Numerosos estudios han demostrado una y otra vez que los veganos que no toman suplementos de B12 corren el riesgo de sufrir una deficiencia, mientras que los que sí los toman pueden estar tranquilos.

Para la mayoría de veganos basta con tomar el suplemento una vez cada 2-3 días. Si actualmente tienes una deficiencia o si estás embarazada o en periodo de lactancia, deberías tomar un suplemento a diario.