Artrosis

Ten en cuenta que lo siguiente no reemplaza el consejo médico o nutricional de un profesional de la salud.

La artrosis puede afectar cualquier articulación del cuerpo y ocurre con mayor frecuencia a medida que envejecemos.

Los síntomas pueden incluir dolor y rigidez en las articulaciones, disminución de la flexibilidad e inflamación alrededor de las articulaciones.

Los estudios sugieren que una dieta tipo mediterránea puede reducir la inflamación en personas con artrosis. 

Un estudio publicado en 2015 en la revista Arthritis informó que personas con artrosis experimentaron una reducción significativa del dolor apenas dos semanas después de cambiar a una alimentación basada en plantas. Otro estudio realizado en 2016 encontró resultados similares.

Las grasas omega 3 también tienen propiedades antiinflamatorias que pueden beneficiar a quienes padecen artrosis. Las fuentes veganas de omega 3 incluyen semillas de lino y su aceite, semillas de chía, semillas de cáñamo, nueces, edamame y algas marinas. Se recomienda consumir las semillas de lino molidas para maximizar la absorción de nutrientes, y guardarlas en el congelador para conservar su frescura.

Tener exceso de peso genera una mayor presión sobre las articulaciones, y el exceso de grasa corporal produce inflamación, lo cual agrava los síntomas. Hay evidencia sólida de que perder peso puede reducir el dolor y mejorar la movilidad y la función física.

Lo ideal es mantener una alimentación saludable que incluya proteínas vegetales como frijoles y lentejas, frutos secos y sus mantequillas, alimentos de soja como tofu, tempeh, edamame y leche de soja, además de abundantes frutas, verduras, granos enteros y pequeñas cantidades de grasas saludables como el aguacate y el aceite de oliva.

Incorporar ejercicio junto con los cambios en la alimentación ayuda a mantener la masa muscular mientras se pierde peso.

En resumen: adoptar una dieta mediterránea vegana podría ayudar a aliviar los síntomas de la artrosis. Esta alimentación incluye muchas frutas y verduras, granos enteros, legumbres y frijoles, frutos secos, aguacate y aceite de oliva. Elegir alimentos de todos los colores te asegura obtener potentes antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación.