¿Es sostenible una dieta basada en plantas?

Las Naciones Unidas han declarado que, para evitar los peores efectos del cambio climático, el mundo necesita cambiar a una dieta basada en plantas. De hecho, eliminar los productos de origen animal de nuestra dieta es la mejor forma en la que, como individuos, podemos reducir nuestro impacto en el planeta.

Caloría por caloría, se necesitan entre 2 y 5 veces más cereales para obtener sustento de la carne, que si comiéramos las plantas con las que alimentamos a los animales.

¿Te preocupa que no todas las plantas con las que alimentamos a los animales sean aptas para el consumo humano, o que no haya suficiente tierra cultivable? En un mundo en el que obtenemos nuestras calorías de alimentos de origen vegetal, esta disminución de los cereales que necesitaríamos cultivar lo compensaría con creces, e incluso nos permitiría recuperar zonas silvestres, disminuir la destrucción de la selva tropical y recuperarnos de la pérdida de hábitats.

Por lo tanto, comer animales y sus derivados es ineficaz y provoca un enorme desperdicio de tierra y alimentos. Una dieta basada en plantas también tiene más sentido si pensamos en el consumo de agua. Por ejemplo, se necesitan 628 litros de agua para producir un litro de leche de vaca, frente a sólo 28 litros de agua para producir un litro de leche de soja.

Estas cifras también muestran que la deforestación, la contaminación directamente relacionada con la producción de alimentos y otros procesos perjudiciales para el planeta son mayores en el caso de los productos animales. Estas emisiones son también las más perjudiciales para el clima si se comparan con el resto de emisiones implicadas en llevar los alimentos a nuestras mesas, incluso en comparación con los kilómetros recorridos por los alimentos.

¿Qué pasa con el kilometraje de los alimentos?

Los kilómetros recorridos por los alimentos son un problema, pero de hecho podemos tener un impacto mucho mayor cambiando lo que comemos en lugar de su procedencia, eligiendo alimentos de origen vegetal en lugar de animal.

El transporte suele representar sólo una pequeña fracción de las emisiones de gases de efecto invernadero de un alimento, mucho menos que las emisiones de los procesos y las emisiones de metano en la granja, y la deforestación para alimentar a los animales. Tanto si se lo compra a una granja local como a una explotacion lejana, no es la distancia recorrida lo que hace que la huella de carbono de un filete sea grande, sino el hecho de que sea un filete.

Los alimentos de origen animal suelen tener una huella de carbono mucho mayor que los de origen vegetal. Así que cambiar a alimentos vegetales tendrá un impacto positivo mucho mayor en tu huella de carbono que comer productos animales locales, incluso si estos alimentos vegetales se transportan desde más lejos. ¿Algo que pensar para tu próxima visita al supermercado?

La transición a una alimentación basada en plantas podría invertir el cambio climático

Un nuevo estudio de la Universidad de Standford que podríamos invertir el cambio climático en 30 años. ¿Cómo? Abandonando la ganadería y consumiendo alimentos de origen vegetal.

Elegir una dieta basada en plantas reduce tu huella medioambiental como ningún otro cambio personal puede hacerlo. ¿Qué esperas para empezar?

Tenemos el poder de lograr un impacto tremendamente positivo eligiendo veganismo. El movimiento empieza contigo: ¡únete a nosotros!